Mano de obra esclava
El trabajo en las minas fue, en buena parte, responsable de la disminución de la población indígena, lo que llevó a la introducción de mano de obra esclava, aunque no reemplazó totalmente a la aborigen. Hacia 1547 se decía que los distritos mineros de la inmensa región Anserma-Cartago contenían las minas de oro más ricas de la provincia de Popayán, por esta razón empezó a ser controlada por los mineros a pesar de las dificultades para conseguir fuerza de trabajo, abastecimientos agrícolas y de las incursiones de los aguerridos y luchadores pijaos.
El período de mayor producción de oro fue 1551-1589 debido a que se empleaba mano de obra indígena. Desde 1590 la crisis de la fuerza de trabajo desarrolló el comercio de esclavos traídos de África que resultaban costosos para los dueños de las minas, acostumbrados al trabajo gratis de los indios encomendados; a esto se sumó la dificultad para adquirir abastecimientos agrícolas lo que precipitó la caída de la producción de oro a partir de este año.
Cuando culminaba la colonia los afro-descendientes se fueron situando en San Juan, en Marmato, en Guamal, y en la región del valle del Risaralda, especialmente en Sopinga.