El contrabando favorece la colonización
En otra parte del territorio se estaban moviendo los comerciantes y contrabandistas Manuel Antonio Jaramillo e Isidro Mejía, de Marinilla pero domiciliados en Salamina, quienes traían mercancías por la ruta Honda, Sonsón, Aguadas, Salamina. En el año 1860 se encontraban los dos contrabandistas buscando trazar un camino que les permitiera acortar la ruta y evitar los senderos más trajinados, y decidieron moverse en línea recta hacia Honda por el páramo de San Félix; machete en mano abrieron el sendero, el que sirvió para que los defraudadores de las rentas se movieran y se filtraran numerosos colonos, quienes dominaron montañas, organizaron parcelas y fundaron Marulanda, Manzanares, Núñez (Marquetalia) y Pensilvania.
Por la misma ruta el arriero Miguel Murillo y sus hijos, cansados de mazamorrear y siempre pobres, organizaron rozas y sementeras y en compañía de otros colonos fundaron a San Agustín (Samaná), en 1878.