El nuevo departamento
Cuando culminaba el siglo XIX la provincia del sur de Antioquia se había desarrollado de una manera acelerada. Las poblaciones de Aguadas, Salamina, Filadelfia, Aranzazu, Neira, Manizales y Villamaría habían logrado estabilidad económica y social, además, la capital, Manizales, aparecía como una ciudad próspera y con una clase dirigente que se hacía escuchar en Bogotá. Situación semejante se vivía en la provincia de Marmato, con capital Riosucio y en la de Robledo con capital Pereira. En estas provincias la economía cafetera había desarrollado el mercado interno y la relación de la región con el país.
Por lo anterior se venía fraguando la creación de un nuevo departamento. En 1888 el general Marceliano Arango promovió una campaña para la creación del Departamento del Sur, con Manizales como capital, pero esta idea no prosperó. Más tarde, el pensador Rafael Uribe Uribe en un debate en el Congreso, en 1896, planteó la necesidad de crear el nuevo departamento y propuso escoger como capital la ciudad de Manizales, Riosucio o Pereira. También plantearon la creación del nuevo departamento el educador Jesús María Restrepo Maya y los dirigentes Valerio Antonio Hoyos y Carlos Eduardo Pinzón Posada. Después llegó la guerra de los Mil Días con sus problemas y crisis que trastornaron todo el país. Finalizada la guerra la región continuó su desarrollo económico político y social. Cuando se iniciaba el siglo XX, Colombia estaba en una situación de postración. La guerra de los Mil Días la había dejado en la miseria y la pérdida de Panamá le había asestado el golpe de gracia. La crisis de poder y la debilidad del Estado eran evidentes. La reconstrucción nacional y la paz eran tareas inmediatas. En este momento llegó el general Rafael Reyes a la presidencia del país.